¿Motivarles consiste en hacer lo que a ellos les gusta?
De tomárnoslo en serio nos convertiríamos en una especie de animadores culturales.
Alguna vez oí que no hay que adaptar el Quijote para los alumnos sino los alumnos para el Quijote. Creo que, para que las actividades sean motivadoras, primero se tiene que notar que motivan al profesorado, que le entusiasman o que está convencido de su conveniencia y eficacia.
Por otro lado, todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías tiene un poder de atracción al que es difícil resistirse. Los alumnos tienen un contacto con el ordenador casi siempre lúdico, pero su familiaridad y capacidad de manejo hacen que sea muy fácil proponerles una actividad en la que tengan que utilizarlo y que les sea atractiva. Quizá haya que aprovecharse de eso y de esas motivaciones que todos los alumnos tienen y, en la medida de lo posible, plantearles tareas en las que se combinen con otros contenidos.
Juan Antonio C. B.
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