Muchas veces me pregunto hasta qué punto la sociedad está cambiando y
nos pilla a contrapié a los docentes. Después de mi experiencia me he
percatado de que detrás del fracaso escolar o de los comportamientos
en chicos y chicas con un fuerte rechazo a la institución educativa,
hay una familia desestructurada y me cuestiono si los problemas de
conducta o de tipo académico, están ligados a problemas emocionales.
Por ejemplo, entro otros temas, no estoy opinando sobre la moralidad
del divorcio, no se me entienda mal, pero es cierto que en la mayor
parte de los casos, estos alumnos están afectados por separaciones
dolorosas por parte de los padres, en donde hay denuncias, juicios,
desentendimiento de los hijos por parte de alguno de los excónyuges…
no sé.
¿Están los chicos y chicas con su comportamiento llamando la atención
de alguien?
¿Estamos los docentes entendiendo que la dimensión emocional es
importante para enseñar contenidos?
¿Los cambios sociales se suceden vertiginosamente?
¿Y la escuela? ¿Se adapta o va un paso por detrás de la sociedad?
¿Se desquebrajan las relaciones sociales y un síntoma es la escuela?
¿Somos los docentes blanditos y hay que imponer la mano dura?
¿O simplemente resulta, que a los chicos nadie les ha educado en los
límites, en lo que se debe o no se debe hacer?
¿La incorporación de la mujer al mundo laboral debe implicar algún
cambio en la educación?
Un saludo.
Marcos Rafael M. S
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